Escuela de Danza Belén Novo

Bailes , Danza del Vientre

Historia

La milenaria Danza del Vientre, Racks Sharki, parece surgir hace mucho tiempo, en la época del antiguo Egipto de los Faraones. Las doncellas se esmeraban en prepararse tanto a nivel físico como espiritual para poder bailar ante el Faraón y altos dignatarios sacerdotales y militares. Por aquel entonces la Danza del Vientre seguramente era un poco más simplificada que como la conocemos actualmente.

Vendrían las influencias de las Indias, incluso del flamenco, se puede encontrar en algunas fuentes, para llegar a lo que ahora se conoce como Danza del Vientre. No deja de tener un claro origen árabe, si lo comparamos con el folclore de éstos países. Podemos encontrar estilos diferentes de Danza del Vientre, no solo ya dentro del comentado folclore árabe, como la danza con bastón o crótalos, sino también surgidos de la fusión, siempre enriquecedora, de otras danzas.

El más novedoso sin duda es la llamada Danza Tribal, donde se funden los pasos de danza del vientre con danzas hindús, zíngaras y flamencas. El grupo Assifha Nur actuando en el auditorio

Características

Se como fuere, la danza del vientre, nos introduce en el maravilloso mundo de la danza y el cuerpo, masculino o femenino, con sus movimientos sensuales, ondulados, rítmicos, coordinados en una sola línea o separando las diferentes partes del cuerpo.
Podremos conocer todas las zonas de nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies, para unirlas o separarlas por zonas, bailaremos rápido con las caderas a la vez que lentamente con los brazos, los pies se moverán el una línea, o en un circulo, o sostendrán nuestro cuerpo en equilibrio mientras la cadera dibuja amplios círculos rozando diámetros imposibles a primera vista.

El grupo Assifha Nur actuando en el auditorio Todo ello necesita de un buen entrenamiento diario, una postura corporal correcta y una teoría básica que une a cualquier tipo de danza: la armonía. Sin ella los movimientos se vuelven toscos, la danza parece caótica y al azar y se pierde todo el encanto de la bailarina. Se necesita paciencia, perseverancia, humildad y muchas horas de conocimiento corporal para llegar a descubrir todas las posibilidades de nuestro cuerpo.
Claro está que, sin llegar a un nivel profesional, esta danza nos permite desatascar esas zonas del cuerpo poco trabajadas en la vida diaria como son la espalda, cuello, brazos y piernas, articulaciones en general, equilibrio, coordinación y paz interior. La cabeza nos ayudará a mover esas partes de nuestro cuerpo que antes pensábamos que eran una sola…

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